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jueves, 24 de julio de 2014

Estudios sobre racionalismo crítico: Confusiones y puntualizaciones sobre la metodología popperiana


Alejandro Guevara Arroyo


1.              Actividad de defensa de tesis
El día 22 de agosto del 2012 tuve ocasión de escuchar una presentación de la memoria del seminario de graduación de licenciatura en Filosofía, realizada por Greivin Corrales y Adrián Ramírez. La investigación se intitula “Consideraciones sobre metodología en la filosofía de la biología: la crítica popperiana a la teoría de la evolución de las especies”.
En la mesa examinadora se encontraban los profesores Guillermo Coronado (director), Edgar Roy Ramírez, Oscar Navarro (como lectores), Roberto Fragomeno (director de la escuela de Filosofía, UCR) y David Sánchez (también representante de la escuela).
El texto que preseto a continuación incluye cuestiones algo técnicas de la filosofía de la ciencia. 
1.1.         Crítica de popper al darwinismo
La investigación se ocupa de una crítica de K.R. Popper -en realidad poco desarrollada por el pensador- contra una forma del darwinismo, el adaptacioncista. Esta causó –como era de esperarse- muchos anticuerpos entre filósofos de la biología y biólogos.
La crítica más importante de Popper es la siguiente[1]. En el darwinismo existe una hipótesis de considerable importancia dentro del corpus teórico, que puede presentarse en la fórmula “la especie que se adapta sobrevive y la que sobrevive se adapta”. El pensador austriaco afirmó que esta hipótesis fundamental es una tautología, por tanto necesariamente verdadera. Consecuentemente, dada la forma lógica del enunciado, cualquier inferencia será también verdadera. Utilizando el criterio de falsabilidad (infra), esto conlleva que cualquier teoría que incluya una hipótesis fundamental de estas características no será científica.
1.2.        El contra-argumento más interesante
El contra-argumento de mayor interés de Ramirez y Corrales, es el siguiente. La fórmula tautológica tal y como la presenta Popper no es una hipótesis central en el darwinismo. De forma que sí es posible sustituirla y someter a contrastación la teoría.  
2.             Comentarios del tribunal examinador
El principal interés de este escrito es criticar los comentarios de varios integrantes del tribunal[2] examinador contra la metodología popperiana (imprecisamente llamada por ellos ‘Popper’).
2.1.        Advertencias
a.             Sobre los profesores
Antes de presentar los comentarios de los profesores y criticarlos, debo aclarar que su finalidad es totalmente intelectual (i.e. la discusión de ideas). No tengo hasta la fecha ningún conflicto humano con estas personas y al contrario, admiro enormemente su labor como investigadores y como docentes (varios de ellos han sido y continúan siendo de amplia influencia en mis estudios e investigaciones).
Debo agregar, en el caso del señor director de la escuela de filosofía Roberto Fragomeno, que respeto enormemente la intachable honestidad con que lleva su gestión, la sensatez evidente de las políticas que promueve y la enorme energía con que las lleva a buen puerto. De forma que mis palabras no deben ser interpretadas en ningún sentido ad-hominem. Muy al contrario, mi intención es propiciar mayor diálogo y discusión en torno a los problemas de meta-teoría de la ciencia (sean naturales y/o sociales).
b.             Sobre mi interpretación
La segunda aclaración que deseo introducir, es que yo realizo una interpretación de lo que recuerdo que se dijo en dicha actividad. Asimismo, dadas las características de lo dicho, debo efectuar una reconstrucción racional que intenté presentar las críticas sin metáforas y/o sin personalizaciones (o psicologismos). Esto con el fin de que la crítica recaiga sobre las posiciones más solidas y potentes que se me puedan ocurrir.
En cualquier caso, si lo que presento a continuación no se corresponde con lo dicho explícitamente o con la intención de los profesores, aún así tiene algún valor intelectual el analizar tales críticas. En este último supuesto, serían al menos una lógicamente posible vía de crítica contra el popperianismo. El análisis de tal crítica puede servir para descartar ad portas su idoneidad.  
2.2.       Críticas a la metodología popperiana
a)            Dado que los biólogos consideran a la biología evolucionista de tradición darwiniana una ciencia, es Popper quien debería cambiar su opinión sobre lo que es ciencia.
Interpretación más precisa: Dado que el corpus teorético de la biología evolucionista es pragmáticamente llamado ‘ciencia’, entonces, es la metodología o lógica de la ciencia popperiana la que debería cambiar sus normas y criterios, con vistas en incluir ese corpus.
¬ (a) El error de esta crítica en que es impertinente el antecedente del condicional, con respecto al consecuente. Específicamente, esta crítica se infiere de mezclar aspectos o cuestiones lógicamente diferentes. A su vez, puede que se deba a una desatención de las características lógicas de la metodología popperiana, y de lo que esta pretende solucionar. Comenzaré por esto último.
Lo primero que se debe tener en cuenta es que la metodología de la ciencia popperiana (o lógica de la ciencia) es meta-teórica, normativa y trata sobre el contexto de validez de la teorías científicas. Lo primero quiere decir que es una teoría que tiene una relación metalingüística con otras teorías (i.e. lenguaje objeto), esto es, trata de ellas. Esto significa que los resultados y criterios desarrollados en la lógica de la ciencia, permiten evaluar a las teorías científicas.
En segundo lugar, es una cuestión normativa, esto es, presenta normas. En otras palabras, la lógica de la ciencia es una teoría prescriptiva. Pero no ‘prescriptiva’ en el sentido que establezca cómo deben investigar los científicos (asunto que corresponde a ciertos ámbitos propios del contexto del descubrimiento, v.g. la pedagogía y la metodología de la investigación). Prescriptiva en el sentido que presenta normas para evaluar dos problemas principales (i) la legitimidad epistemológica de las teorías científicas frente a teorías no científicas (i.e. problema de la validez de  hipótesis científicas) y (ii) cuáles teorías científicas son correctas y cuáles no (i.e. problema de la demarcación entre ciencia y ¬ciencia)[3].
Finalmente, se colige de lo anterior, la metodología no se ocupa de los creadores de la ciencia, sino de las teorías científicas, en tanto conjuntos de enunciados. Así la metodología de la ciencia reconstruye no mucho más que un esqueleto lógico de las relaciones inferenciales entre los distintos enunciados en que se expresan los problemas y las soluciones científicas. Claro está, a partir de ese esqueleto de relaciones lógicas se reconocen otras relaciones teoréticamente interesantes entre los enunciados en cuestión (v.g. epistemológicas y ontológicas).
Volvamos a la cuestión de los problemas que tradicionalmente solucionaban en la metodología de la ciencia.
Para dar respuesta al problema de la validación de hipótesis científicas, Popper desarrolló los criterios de la falsación:
El método de la falsación se divide en los siguientes requisitos:
(a) la teoría correcta debe respetar varios criterios de tipo lógico y
(b) la teoría debe ser verdadera empíricamente. Para ser más exactos,  debe ser verosímil el considerarla verdadera (Popper, 1983, cap. 5).
(a) Sobre los requisitos de tipo lógico, estos se descomponen en tres criterios:
(a.1): El requisito de coherencia lógica interna del sistema de enunciados.
(a.2): El segundo criterio discrimina entre teorías con contenido empírico que podrían ser verdaderas y meras tautologías [N.B. La crítica de Popper a la evolución de ubica en este nivel].
(a.3): Finalmente, tenemos la comparación lógica entre los distintos sistemas de enunciados, con vistas en determinar si una teoría podría solucionar más problemas científicos relevantes (en caso de ser verdadera) frente a otras que le son lógicamente contrarias.
(b) El criterio de la falsación en sentido estricto: Deducimos de un enunciado condicional con cuantificador universal, que expresa la hipótesis científica a contrastar (A) y de las condiciones iniciales (I), un enunciado singular (C), que es una implicación contrastadora.
Ahora bien, si C es falso (sencillamente, porque no acaece), por modus tolendo tollens, la falsedad se retrotrae de ese enunciado a sus premisas. Así, la teoría científica con consecuencias falsas es falsa. Si una teoría es falsa, se abandona y se busca una mejor (Popper, 1980, 31-32).
El criterio de la falsabilidad  distingue entre aquellas teorías que no pueden ser falsados de los que si pueden. Esto es: aquellos de los que no se les pueden inferir posibles implicaciones contrastadoras que muestren su falsedad. Así se da solución al problema de la demarcación. Eso es todo.
Estas reglas metodológicas son convencionales (Popper, 1980, 53). Por tanto, es un problema el averiguar cuál conjunto de reglas es preferible y por qué. Responder esto permite comprender qué tipo de críticas pueden dirigirse contra la metodología popperiana.
La propia legitimidad de las reglas metodológicas propuestas debe medirse en la medida que sirvan para alcanzar el objetivo que se proponían cumplir. Según Popper tal evaluación implica dos tipos de examen. El primero: si en efecto se pueden distinguir adecuada e intersubjetivamente entre teorías científicas y teorías no científicas. En segundo lugar: debemos evaluar que las reglas metodológicas pertenezcan a la clase de las reglas racionales. Son  normas y criterios racionales, en tanto en cuanto estén acordes con un principio criticista consecuente, como el siguiente: prescribe un “examen crítico [constante, ] la discusión crítica de todos los enunciados que están en cuestión, con ayuda [siempre] de argumentos [y criterios] racionales [(i.e. necesariamente intersubjetivos[4])], se [debe] renuncia[r], ciertamente, a las certezas auto-producidas, pero se tiene [así] la perspectiva de acercarse más a la verdad mediante el ensayo y el error […] sin llegar, por cierto, jamás  a la certeza” (Albert, 1971, 58).
 La importancia de las normas de la metodología popperiana de la falsabilidad (que no deben confundirse con la falsación), no es meramente el que discriminen con precisión entre un conjunto de enunciados (ciencia y ¬ciencia), sino que la ciencia -conjunto de enunciados- podrá ser considerada epistemológicamente valioso, por ser criticable y por esto racional.
¿Por qué es impertinente a)? (i) porque infiere un criterio para normar teorías, de un hecho social (i.e. que unos hablantes consideren ciencia a un corpus teorético). Esto es una falacia naturalista. (ii) Porque es un criterio pragmático que no introduce la idea de la crítica en la metodología de la ciencia. En este sentido, aunque puede permitirnos distinguir con alguna precisión entre distintos usos de la palabra ciencia, no permite mostrar cierto tipo de relaciones metodológicas valiosas: las de crítica.
b)            Con su crítica, Popper intenta encajonar a todas las ciencias en el esquema de la física.
Interpretación más precisa: La metodología popperiana desarrolla criterios meta-teoréticos que sólo pueden ser cumplidos por las teorías físicas. Esto es un sesgo impertinente en favor de la física, por lo que no se debe –de entrada- utilizar tan sesgados criterios sobre otras ramas científicas.
¬ (b) En parte, creo que atendiendo a las precisiones anteriores debería diluirse un poco esta crítica. Puedo agregar lo siguiente. En el contexto teorico en que la falsabilidad popperiana se desarrolló, se respondía se respondía al problema de la demarcación mediante criterios de significación. Como ya dije, la falsabilidad depende de otros criterios, los de falsación (que solucionan un problema distinto).
La propuesta falsacionista se enfrentó a la propuesta inductivista y deductivista, mostrando que ambas no permitían reconstruir válidamente la forma de contratación de las teorías. Dado que no hay esquema válido (predicado lógico) de afirmar la verdad de las hipótesis científicas (lato sensu, en una teoría de la verdad por correspondencia), Popper propuso que sí hay un esquema válido lógicamente de afirmar su falsedad. Así  epistemológicamente, aquello que no se puede demostrar como falso, debe ser considerado –por buenas razones- verdadero, al menos tentativamente (pero no ciertamente, como lo intentaba el inductivismo y el deductivismo).
Sea que las soluciones popperianas a los problemas de la demarcación y de la validación de hipótesis científicas sean correctas o no, queda claro que lo que intentan es solucionar problemas lógicos y epistemológicos de las teorías científicas, pero no afirman una preferencia entre disciplinas. 
Dicho sea al paso, Popper consideró a las disciplinas como una convención administrativa y social, al tiempo que señaló que no existe algo así como un ‘objeto’ esencial de cada disciplina. Las teorías intentan solucionar problemas distintos aunque lógicamente interconectados. 
c)            Popper exige a todas las ciencias que puedan hacer predicciones[5]. Caso contrario, las descarta como ciencias explicativas. Pero la biología, con su retrodicciones, es todo menos no-explicativa. De forma que Popper es nuevamente corto de miras.
Interpretación más precisa: la metodología popperiana establece como criterio demarcatorio entre ciencia y ¬ciencia, que toda ciencia debe poder inferir predicciones a partir de sus hipótesis principales. Caso contrario, no se la puede considerar una ciencia explicativa y consecuentemente, sus explicaciones no son científicas. Pero la biología evolucionista brinda una serie de explicaciones muy valiosas, por ejemplo las retrodicciones, que nos permiten comprender las condiciones ambientales anteriores que determinan la supervivencia de una cierta especie en un punto espacio-temporal determinado (punto que por supuesto puede ser bastante amplio tanto espacial como temporalmente). Calificar tales explicaciones como no científicas muestra nuevamente que los criterios popperianos están equivocados.
¬c) Esto es sencillamente equivocado. No existe ni en los criterios de la falsabilidad ni en los de la falsación, preferencia lógica o epistemológica alguna por las predicciones. Al igual que otras metodologías deductivistas, la falsación afirma que deben poder inferirse implicaciones contrastadoras (Hempel) de las hipótesis científicas principales. La predicción puede ser una implicación contrastadora al igual que una retrodicción, una explicación, una mera descripción o incluso una aplicación tecnológica.
 Si Popper no hizo hincapié en esto (digamos) es cosa de él (quizá porque en efecto conocía más sobre experimentos físicos que sobre otras formas de contrastación), pero no se infiere una tal directriz a favor de las predicciones de los principios metodológicos falsacionistas o de los falibilistas[6].
De otra forma: las predicciones son únicamente un sub-conjunto del conjunto de las implicaciones contrastadoras.
El argumento más fuerte contra la posición de Popper sobre el darwinismo, es que de hecho sí existe un conjunto de implicaciones contrastables prohibidas por las hipótesis centrales del darwinismo, que estas se han sometido a la crítica y que ningún individuo del conjunto ha sucedido. Esto se debe a que las hipótesis centrales del darwinismo no son tautologías si son adecuadamente interpretadas.  Si las hipótesis centrales del darwinismo fueran una tautología, no existiría lógicamente tal conjunto.  Aún así, la crítica popperiana permite excluir al menos una interpretación de las ideas darwinianas, esto es: aquellas que conllevan una tautología.
d)            Algunas críticas aún más imprecisas que se mencionaron, v.g.: que debería aplicársele Popper a Popper o que su filosofía de la ciencia no está hecha para ciencias del proceso. Estos comentarios me resultan tan misteriosos, que ni siquiera intentaré una reconstrucción racional de su significado.
3) Sobre el valor de la metodología o lógica de la ciencia popperiana y su contexto teórico-problemático.
Estas respuestas popperianas surgen en un contexto problemático determinado. Igualmente, Popper comparte –en mucho o en poco- preocupaciones, enfoques y conceptos con varios otros pensadores, entre los que se encuentran: el Círculo de Viena, Russell, Carnap, Tarski, Reinchenbach, Hempel, Salmon y otros (no obstante, mantuvo una discusión constante con varios). La incomprensión de los problemas que se intentaban solucionar en este contexto y de sus conceptos principales, puede llevar a interpretaciones seriamente trivializadas de un pensador, como las que he comentado en las líneas previas.
Por otro lado, es probable que estos problemas ya no sean de interés para los metodólogos de la ciencia contemporáneos. Según parece, actualmente se dedican a cuestiones mucho más específicas. Las críticas principales a la metodológica popperiana (ninguna de las cuales fue comentada aquí) pueden llevar a otras corrientes metodológicas, como la inductivista (normalmente en su forma probabilista) o la hipotético deductiva más avanzada.
Sin profundizar mucho en ello creo que es más o menos evidente hoy día que la metodología popperiana inicial (en especial, la de la Logik der Forschung) no cumple en la solución adecuada de los problemas que se planteaba o estos han sido reformulados o precisados. Cualquiera sea el caso, reitero, la metodología popperiana no es incorrecta por ninguna de las críticas esbozadas previamente.
Aún en actualidad, pueden desarrollarse posiciones racionalistas críticas corregidas, aplicables a estos y otros problemas de meta-teoría de la ciencia, aun cuando sean sólo parcialmente compatibles con la metodología popperiana. Ante todo, la idea de incluir al error y a la falsedad en la metodología de la ciencia y excluir la posibilidad de episteme de la meta-teoría[7], son principios metodológicos racionalistas críticos desarrollados por Popper de plena vigencia en la contemporaneidad de la filosofía de la ciencia.
4) Bibliografía
Aunque no he citado todos los textos (dada la relativa informalidad de esta nota), he tenido muy en cuenta las siguientes obras[8]:
-                 Albert, H. (1971). Tratado sobre la razón crítica (trad. Rafael Gutiérrez Girardot). Buenos Aires: editorial Sur.
-                 Bunge (1983). La investigación científica. Barcelona: Ed. Ariel.
-                 Copi, I. (1974). Introducción a la lógica. Buenos Aires: Ed. Universitaria de Buenos Aires.
-                 Díez, J.; Moulines, C. U. (1997). Fundamentos de Filosofía de la Ciencia. Barcelona: Ed. Ariel.
-                 Ferrater Mora, J. (s.f.) Diccionario de filosofía (quinta edición, 2 tomos). Buenos Aires: editorial Sudamericana.
-                 Popper, K.R. (1980). La lógica de la investigación científica (Traducción de Victor Sánchez de Zavala, quinta reimpresión). Madrid: Tecnos.
-                 ___________(1983). Conjeturas y Refutaciones, el desarrollo del conocimiento científico (trad. N. Míguez). Buenos Aires: Paidós.
-                 ___________(1972). Conocimiento Objetivo (trad. Carlos Solís Santos). Madrid: Tecnos
___________ (1984): Contra las Grandes Palabras ("Against Big Words"), en Popper, K. (1992): In Search of a Better World. Lectures and Essays from Thirty years. London/NY: Routledge (Traduccion: José Padrón G.)
-                 Hempel, C. (1959). The empiricist criterion of meaning. En: A. J. Ayer (Ed.), Logical Positivism (108-131). New York: The free press.
______________ (1973). Filosofía de la ciencia natural. Madrid: Alianza.
-                 Russell, B. (1983). El conocimiento humano (traducción de Néstor Míguez). Barcelona: Taurus.
-                 Salmon, Earman, Glymour, Lennox, Machamer, McGuire, Norton, Salmon & Schaffner, (1992). Introduction to the Philosophy of Science.  Indianapolis/Cambrige: United States of America.
-                 Suárez, M (2003). Hacking Kuhn. Revista de Filosofía, 2, 261-284.
-                 Tarski, A. La concepción semántica de la verdad y los fundamentos de la semántica (traducción de Paloma García Abad). Tomado de: http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei/ .


[1] Existe una segunda crítica que Ramírez y Corrales señalan: Para Popper “el evolucionismo no sólo no es contrastable, sino que es una aplicación de lo que Popper llama “lógica situacional”, esto es, un planteamiento no universal ni universalizable, sino aplicable a una única situación específica y limitada” (75). Esta idea es incorrecta, fundamentalmente porque tal concepción de la universalidad –que se le atribuye a Popper,- como requisito de las regularidades naturales es incorrecta. Toda regularidad natural tiene un ámbito de aplicación real, en la cual acaece. Esto no niega que se pueda utilizar un cuantificador universal en el enunciado legaliforme y que correspondientemente, la regularidad sea universal en su ámbito. Esto es así tanto en la biología como en la física. Empero, no me extenderé mucho en esto (aconsejo revisar cualquier manual más o menos contemporáneo de filosofía de la ciencia, v.g. el de Bunge o el de Diaz/Moulines que cito en la bibliografía). Corrales y Ramirez están de acuerdo con este contra-argumento (83-84).
[2] Debo aclarar que ninguno de esos comentarios fue compartido por el profesor Guillermo Coronado, ni por David Sánchez. Corrales y Ramírez no señalaron con claridad su posición con respecto a varios de estos puntos.
[3] Existen otros problemas otros problemas semánticos de los que se ocupa la metodología de la ciencia.  
[4] La característica de intersubjetividad como requisito de los criterios de legitimación de las tesis es muy importante para la argumentación crítica. Lo contrario a los criterios intersubjetivos es la confianza subjetiva.
[5] Esta idea es también afirmada por Ramírez y Corrales en su tesis: “Sin embargo para Popper el poder explicativo de la teoría de la evolución es pobre, tal y como se ha dicho, tomando como punto de partida la adaptación, así como igualando explicación a poder predictivo” (77).
[6] Un ámbito interesante para mostrar este punto es la historia. Sobra decir que historiadores como Koyré, Gombrich y el propio profesor de la UCR, Luis Diego Cascante, infieren implicaciones contrastadoras de sus conjeturas históricas, mismas que puede ser en cierto sentido falsadas.
[7] Ni que decir de otros criterios fundamentales para la filosofía que Popper practicó (aunque no sólo él), v.g. la formulación lógicamente precisa de los problemas y  de las soluciones. Sobre esto, puede revisarse Contra las grandes palabras precisamente de Popper.
[8] También sugiero revisar otras obras además de la Lógica de la investigación científica de Popper si lo que se pretende  es comprender el racionalismo crítico como meta-teoría. 



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