A continuación presento
algunas tesis puntuales sobre ontología científica. Como se dijo anteriormente,
son posibles otras muchas conjeturas compatibles con las ciencias. No abordaré
aquí los argumentos en favor de tales o cuales opciones alternativas. Es
evidente que cada una de estas conjeturas se podrían profundizar aún más. Por ahora, aspiran cuanto mucho a precisar un marco general de presupuestos ontológicos.
(i)
La realidad está constituida
por la totalidad de los hechos, estados dinámicos, procesos factuales y
sistemas de hechos del universo-mundo (o de universos-mundo, como conjeturan
algunas cosmologías científicas contemporáneas) y por las regularidades en los
modos en que los hechos, estados dinámicos, procesos factuales y sistemas de
hechos se determinan entre sí (i.e. determinan la forma o modo en qué acaecen).
Podemos llamarle a esta totalidad la
clase de todos los acaecimientos. Sin embargo, debe tenerse presente que la
clase misma no forma parte del universo-mundo. Es meramente el nombre de la
colección de individuos. Por esto, no vale la pena preguntarse qué determinó (o
causó ) la clase de todos los
acaecimientos.
(ii)
Las propiedades de todos los
hechos, estados de hechos, procesos factuales o sistemas de hechos están
determinados -de una u otra forma- por uno o varios hechos, estados de hechos,
procesos factuales o sistemas de hechos. En el universo no existe indeterminación
absoluta de ningún acaecimiento. Todo cambio está determinado. Sin embargo, no
toda forma de determinación es causal. En otras palabras, la determinación
causal es un sub-conjunto del conjunto de las clases de determinación que las
ciencias reconocen.
(iii)
El humano –como todo ser vivo-
es un sistema de hechos físicos, químicos y biológicos. Como decía B. A. W.
Russell: “El hombre es una parte de la naturaleza, no algo en contraste con
ella. Sus pensamientos y movimientos corporales siguen las mismas leyes que
describen los movimientos de los astros y los átomos (Por qué no soy cristiano; inicio del capítulo Lo que creo)”.
(iv)
Dentro del conjunto total de los hechos
biológicos, se encuentran los hechos sociales. En el caso de los hechos
sociales humanos, estos tienen algunas características que son más
adecuadamente explicadas por teorías que utilizan modelos y leyes no totalmente
reductibles a modelos y leyes de los
niveles físicos, químicos y biológicos. Esta es una distinción entre clases de
teorías y no de la realidad. Además, la forma legítima epistemológicamente de
comprender esta distinción es pragmática (o instrumentalista): creamos teorías
sociales apelando a tales instancias no-reductibles a otras clases de teorías,
pues es más sencillo su manejo racional y explicativo. No obstante, las teorías
científico-sociales han de ser al menos compatibles lógicamente con las teorías
científico-naturales.
(v)
La mente es o (i) un sistema
que surge de la interacción entre
el sistema cerebral/sensitivo con la realidad-mundo (y aquel está determinado
en muchas formas por este), o (ii) es un
acaecimiento en dicho sistema
cerebral/sensitivo (las teorías científicas se debaten aún mucho sobre este problema,
de forma que no puedo formular una única teoría ontológica sobre el tema). Con
todo, me inclino por creer en la segunda opción.
(vi)
Dentro de los hechos que el
humano produce, se encuentra el conocimiento. De forma que el conocimiento no
es algo a lo que el humano acceda,
sino parte de sus producciones. No
existe -dentro de esta teoría de ontología científica- razón alguna para
suponer que el humano puede generar creencias sobre la realidad cuya verdad
esté justificada de forma cierta (i.e. ¬ episteme). Por ende, el humano no
puede acceder a clase alguna de episteme.
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