Alejandro Guevara Arroyo
Recientemente,
apareció en el blog Quodlibelitas -del sobresaliente filósofo e historiador
costarricense Luis Diego Cascante- el texto Una objeción contra un argumento
mariológico en favor de la inmaculada concepción de la Virgen María. Está
escrito en coautoría entre el pensador y erudito Juan Diego Moya Bedoya y mi
persona.
Ahí, he aplicado la tesis según la cual las
críticas correctas contra cualquier idea (religiosa o no), reducen el caudal de
razones en favor de dicha tesis. Por esto, no es posible para un racionalista
–sin ser moralmente inconsistente- sostener como propia una creencia religiosa
(o de cualquier clase) para la cual hay críticas refutatorias de las razones
que le dan sustento.
Ahora bien, en dicha
situación, existen dos vías racionalmente transitables para aquel que desee
sustentar la corrección de un tesis confutada y, así, restaurar su creencia en ella. En primer
lugar, puede intentar rebatir las críticas que se han traído abajo la tesis en
cuestión. En segundo lugar, puede formular nuevas razones (i.e. argumentos) en
favor de dicha tesis. Para que estas razones cumplan tal papel, su idoneidad no
debe verse afectada por las críticas que inicialmente impugnaron la tesis.
Además, esas razones deben cumplir al menos dos condiciones: (i) tener como
conclusión necesaria la tesis en cuestión y (ii) las premisas de los
argumentos deben ser verdaderas.
El documento en cuestión
puede observarse mediante el vínculo: https://luisdiegocascante.wordpress.com/2016/10/01/una-objecion-contra-un-argumento-mariologico-en-favor-de-la-inmaculada-concepcion-de-la-virgen-maria/