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jueves, 23 de junio de 2016

Sistemas astronómicos de la antigüedad a la modernidad: revolución científica y epistemología de la ciencia

Alejandro Guevara Arroyo

1.              Antesala: plan de viaje[1]
1.1.          Toda teoría es la respuesta a un problema. Consecuentemente, para comprender históricamente una teoría, debemos comprender su contexto problemático. Por esto, para entender los problemas y teorías epistemológicas efectivamente asumidas por una comunidad epistémica en un periodo histórico determinado, lo principal es atender a los propios problemas y teorías científicas que esa comunidad desarrollaba.
1.2.          Con miras en comprender la famosa revolución científica moderna y las reformas epistemológicas que implicó, lo mejor es seguir tal regla. Por esto, a continuación se presenta una reconstrucción racional de los temas y problemas que trató dicha revolución. En dicha reconstrucción, daré lugar prioritario a la astronomía. Sin embargo, se presentarán algunas de los presupuestos epistemológicos claves y /o teorías e hipótesis de otras áreas de las ciencias o filosofía natural[2].
1.3. Ahora, para comprender los temas de dicho programa de investigación moderno, debemos a su vez tener en cuenta los problemas teóricos previos del cuál surge.
1.4.     Concluiré con una conjetura histórica, que es un excurso con respecto al tema desarrollado en toda la exposición.  
2.              Astronomía en el mundo antiguo
2.1.          Podemos agrupar en tres grandes grupos los problemas observacionales que las teorías sobre el movimiento de los planetas (o astronómicas) pre-telescópicas intentaban dar solución.
a.              El movimiento diario de los astros siderales, este a oeste.
b.              El movimiento anual de los astros siderales, norte-sur. 
c.              El movimiento retrógrado e irregular de las estrellas errantes o planetas.
2.2.         Platón (Atenas o Egina, ca. 427-347 a. C.) y la academia.
2.2.1.     Platón y los astrónomos de la academia influyeron enormemente en el porvenir epistemológico y los presupuestos metodológicos de la astronomía, mediante las siguientes tesis:
a.              En primer lugar, dada la teoría metafísica, la cosmología y la cosmogonía platónicas, se estableció la tesis epistemológica en acuerdo con la cual la astronomía no brinda teorías que explican la realidad, no da conocimiento. En astronomía se establecen modelos matemáticos que permiten “dar cuenta de los fenómenos”. Por eso, el astrónomo hace mejor dedicándose en el arenario y no perdiendo su tiempo viendo al cielo. A esta tesis sobre el estatus de las teorías científicas, se le llamó, posteriormente, instrumentalismo.
b.       En segundo lugar, quizás por la metafísica pitagórico-platónica, los astrónomos académicos establecieron que todo modelo astronómico debía cumplir dos requisitos metodológicos ineludibles: representarse sólo mediante círculos y mantener que todos los movimientos siderales son de velocidad constante (no acelerada o disminuida).
c.              En último lugar, la tesis ontológico/cosmológica en acuerdo con la cual el mundo tiene límites.
2.2.2.     En acuerdo con la cosmogonía de Platón (presentada en el Timeo), el demiurgo estableció el mundo de la siguiente forma:  creó una esfera fuera de la cual no hay nada y ahí ubico las estrellas fijas. Luego, fue repartiendo ser y constituyendo así a los dioses/planetas en inferiores circunferencias. Los dioses se movían sobre estas. Finalmente, ubicó a la Tierra en el centro del universo-mundo.
2.2.3.     Sin embargo, este modelo no servía para explicar los problemas del movimiento norte sur y del movimiento de retrogradación, por lo que Eudoxo (Cnido, actual Turquía, ca. 390 a. C. – ca.337 a. C.) introdujo una mayor cantidad de esferas cuyo movimiento combinado producía los movimientos visibles de los astros. Estableció un total de 27 esferas, con la Tierra en el centro.
2.2.4.     Eudoxo utilizó la tesis instrumentalista para responder los problema de por qué y qué causaba el movimiento y a las propias esferas: la astronomía no presenta teorías que describen verdaderamente lo que es. Sólo brinda modelos matemáticos para dar cuenta de los fenómenos visibles. De forma que la cuestión de las causas del movimiento y de las esferas no es una cuestión que pueda limite la especulación astronómica.


El universo-mundo según el Timeo de Platón.


2.3.         Aristóteles (Estagira, 384 a. C.-Calcis, 322 a. C.) y Ptolomeo (Tebaida, c. 100 – Cánope, c. 170): la cosmología y astronomía dominante por milenio y medio.
2.3.1.     Aristóteles partía de presupuestos ontológicos y epistemológicos muy diferentes a Platón. El Estagirita afirmó que explicar la realidad es la finalidad de las teorías sobre el mundo. Consecuentemente, negó la tesis instrumentalista y afirmo una tesis realista.
2.3.2.     Además, debido a que no apelaba a una estrategia instrumentalista, el Filósofo se esforzaba porque todas sus teorías sobre el mundo fueran consistentes: la cosmología, la astronomía, su metodología, su ontología, su filosofía natural.
a.              A nivel físico y químico (i.e. lo que hasta el siglo XX se llamó filosofía natural): Aristóteles dividió todos lo existente en 5 elementos. Estos son tierra, agua, aire, fuego y quita-esencia o eter. Por su parte, todos los cuerpos realizan por naturaleza movimiento rectilíneos hacia arriba, hacia abajo o circulares. No existe movimiento inercial, sino que todo movimiento no-natural debe ser causado. Los primer 4 elementos cambian y se transforman entre sí. El éter se mantiene sin cambios. Dado que no existen intersticios en la naturaleza, el cosmos es pleno[3].
b.              Su cosmología es consistente con lo señalado: debajo de la luna se encuentra el mundo del cambio y la degeneración. Después de la luna se encuentra el mundo imperecedero del éter y los movimientos circulares. Todo esto es acorde con nuestra percepción sensorial más inmediata.
c.              Ahora, para dar cuenta del movimiento planetario, el Estagirita asume el modelo de los académicos de esferas engastas unas sobre otras. Sin embargo, debido a su anti-instrumentalismo, consideró que estas esferas realmente existían. En otras palabras, en el cielo existen una cierta cantidad de eternas, impolutas y prístinas esferas cristalinas de éter.  
Finalmente, en atención su teoría de la causalidad, consideró que todo movimiento de las esferas debía ser causado. Por razones algo complicadas de explicar en esta ponencia, esto lo obligo a establecer un total de 55 esferas celestes de éter transparente, más otra para la luna y otra para las estrellas fijas, todas girando en torno a la Tierra. En total 57 esferas. Fuera de la última existe el motor inmóvil (o causa in-causada), que es el que soluciona el problema de cuál es la causa del movimiento del universo-mundo.
No hay lugar fuera del universo mundo, pues el contiene todos los lugares.
2.3.3.     Sin embargo, a pesar de la complicada maquina celeste ideada por Aristóteles, esta no podía predecir ni dar cuenta de los movimientos retrógrados y de velocidad variable de los planetas. Tales críticas se acumularon contra la astronomía aristotélica y por esto, se buscaron soluciones. La que más caló fue la de Claudio Ptolomeo.
a.              Ptolomeo asumió que la cosmología y filosofía natural de Aristóteles eran correctas y que explicaban la realidad (y que tal era la finalidad de dichos ámbitos de estudio). Empero, defendió que para la específica teorización astronómica no se podía asumir tal tesis epistemológica. En cambio, desempolvó el instrumentalismo para la astronomía.
b.              Su modelo astronómico mantuvo el orden tradicional de esferas alrededor de la Tierra: luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno y estrellas fijas.
c.              No obstante, introdujo un conjunto de artilugios geométricos para salvar las apariencias: le llamó deferente a la órbita alrededor de la Tierra y afirmó que los planetas giran en una segunda órbita que tiene como centro algún punto del deferente. A este segundo círculo le llamó epiciclo. Con esto, se lograba dar cuenta del movimiento retrógrado de los planetas.
d.              Finalmente, para dar cuenta del cambio aparente de velocidad de los planetas, introdujo el punto ecuante: un punto cercano al centro del deferente, desde el cual el centro del epiciclo de un planeta “parece” que se mueve a distintas velocidades. En distintos momentos del ciclo sideral de un planeta y según conviniera, el ecuante se puede cambiar.
e.              El modelo astronómico ptolemaico fue exitoso en dar cuenta de las apariencias y para sorpresa (quizás) de nuestros contemporáneos, incluso pudo predecir algunos fenómenos astronómicos.




2.3.4.     Antes de pasar a la temprana modernidad, cabe agregar lo siguiente. Paralelos al desarrollo de los modelos platónico y aristotélico-ptolemaico, existieron en todo tiempo distintas teorías enmarcadas en programas de investigación diversos. Estos programas de investigación competían con los mencionados anteriormente.
Incluso, durante el medievo, había multiplicidad de investigaciones originales sobre filosofía natural, tal y como nos ha enseñado la historia sobre estos temas, desarrollada durante el siglo XX (al respecto, el espléndido texto de Lindberg citado en la bibliografía).
De todas estas corrientes teóricas no mencionadas, señalaré unos pocos nombres, relevantes para lo que se presentará más adelante:
a.              El corpuscularismo o atomismo antiguo, llevado por los atomistas griegos y luego por lo epicurieos. Este era incompatible con la tesis del universo pleno y limitado. En otras palaras, el atomismo defiende la existencia de vacíos, que el mundo no tiene límites y que existen una multitud de mundos (enormemente más grandes o increíblemente más pequeños que el nuestro).  
b.              La astronomía de Aristarco de Samos (c. 310 a. C.-c. 230 a. C), de quien no sobrevivió nada de su obra. Aristarco fue el único de los presocráticos (del que tengamos noticia) que defendió un modelo plenamente heliocéntrico para el universo.
c.              Por su parte, también los medievales fueron acumulando observaciones que no parecían ser acordes con la filosofía natural aristotélica. Menciono de pasada nombres como Roberto Grosseteste (1175 - 1253), Roger Bacon (Ilchester, c. 1214 - Oxford, 1294) (emparentado con el ideólogo de la ciencia Francis Bacon), Jean Buridán (1300 - 1358) y los renacentistas Niccolò Fontana Tartaglia (Brescia, 1499 - Venecia, 13 de diciembre de 1557) (de especial influencia sobre la matemática de los modernos) y Giordano Brunno (1548 - 1600) (que trajo a colación el argumento de Tito Lucrecio Caro -el epicúreo- contra la existencia de límites en el universo).
3.              Modernidad de la astronomía.
3.1.          Nicolás Copérnico (Toruń, Prusia, Polonia, 19 de febrero de 1473-Frombork, Prusia, Polonia, 24 de mayo de 1543) no se consideró a sí mismo un revolucionario del pensamiento. En cambio, como buen renacentista, pretendía revivir lo mejor de la antigüedad que en el medioevo se había perdido. Por esto:
a.              Afirmó que la astronomía sí era una explicación de la realidad y buscaba ser verdadera (en contra de Ptolomeo).
b.              Defendió que se debía regresar a la pureza de los mandatos platónicos: los modelos astronómicos siempre deben hacerse con círculos y presentando a los planetas con velocidades constantes. Según Copérnico, Ptolomeo no cumplía realmente estas reglas.
c.              Mantuvo que el universo era finito, con límites.
d.              Empero, señaló, la única teoría que puede lograr esto y que es más simple teóricamente que la ptolemaica, es la que el desarrolló siguiendo a Aristarco de Samos. Resumiré los postulados de dicha teoría, presentada ampliamente en De las revoluciones de los orbes celestes. Dicho resumen lo tomo de un texto de Copérnico publicado antes de su libro más famoso. Se intitula el Comentariolus.
i.               No todos los cuerpos celestes giran en torno a un solo punto del universo.
Existen al menos dos puntos: el de la Tierra, en torno a la cual gira la Luna y el del Sol, en torno al cual giran el resto de los planetas, incluidas la Tierra y la esfera de las estrellas fijas.
ii.              La distancia entre la Tierra y el Sol es una fracción insignificante de la distancia de la esfera de la tierra con respecto a la de las estrellas fijas. Esta tesis es importante pues busca evitar una crítica observacional (a simple vista) contraria al copernicanismo: la inexistencia de paralaje visible de las estrellas fijas con respecto a la Tierra.
iii.             Las estrellas están inmóviles.
iv.             La Tierra realiza más de un movimiento.
v.              El movimiento retrógrado de los planetas es aparente, no real.
Modelo astronómico copernicano

3.2.         Tycho Brahe y J. Kepler
3.2.1.     Tycho Brahe[4] (1546-1601): el gran astrónomo observador/experimentador:
i.               Concibió la primera institución con instalaciones físicas autónomas totalmente dedicadas a la astronomía. Le llamó Castillo de los cielos.
ii.              Compiló el mapa sideral más exacto para su época y hasta el descubrimiento del telescopio.
iii.             Observó, documentó e interpretó dos fenómenos de importancia revolucionaria. Por un lado, un cometa en 1577 y por el otro, la nova o estrella nueva de 1572. En acuerdo con Tycho, ambos hechos se daban a nivel supra-lunar. Esto era inconsistente con la cosmología Aristotélica.
iv.             La crítica de paralaje no visible, hizo que rechazara el copernicanismo. Dicho rechazo es perfectamente comprensible dentro de una historiografía racional, pues Tycho brindó críticas que señalaban inconsistencias en la teoría copernicana. Estas inconsistencias no fueron ignoradas y consistieron en una piedra en el zapato que guío la astronomía observacional por mucho tiempo.
Representación de Uraniburgo o el Castillo de los Cielos


3.2.2.     Johannes Kepler (1571 –1630)
Mensus eram coelos, nunc terrae metior umbras; Mens coelestis erat, corporis umbra iacet” / "Medí los cielos y ahora mido las sombras. Mi mente estaba en los cielos, mi cuerpo reposa en la Tierra." [Epitáfio de J. Kepler]

a.      Kepler fue empleado de Tycho y a la muerte de este, se quedó con el tesoro de observaciones del danés.
b.              Kepler era un cristiano protestante, profundamente influido de pitagorismo, que dedicó su vida a mostrar que el cosmos había sido creado por un Dios matemático y que existían pruebas deductivas ciertas de eso en la astronomía. Como Copérnico, fue un realista epistemológico (i.e. un no-instrumentalista). Intentó demostrarlo mediante su teoría de los planetas y los poliedros regulares, pero fracasó pues el modelo no calzaba matemáticamente (y asumía erradamente, que puedo probarse necesariamente que sólo existen cinco planetas, entre otros muchos problemas).
c.              Veía el mundo universo como un todo cerrado y ordenado.
d.              Sin embargo, intentando encontrar un modelo que estuviera acorde con el material observacional recolectado, abandonó las máximas de la antigüedad del movimiento circular y de velocidad constante y uniforme y descubrió así una nueva forma de explicar la realidad mediante enunciados que presentaban cambios en regulares de propiedades específicas de todos los integrantes de un conjunto de la realidad.
e.              Estas fueron sus tres leyes cinemáticas del movimiento planetario:
i.               Todos los planetas se mueven en elipses con el Sol en uno de sus focos.
ii. El radio vector que une un planeta y el sol, barré áreas iguales en tiempos iguales.
iii. Para cualquier planeta, el cuadrado de su periodo orbital, es directamente proporcional al cubo de la longitud del semi-eje mayor de su órbita. [Semi-eje mayor: es la mitad del diámetro más largo de la elipse. / Periodo orbital: tiempo en que tarda un planeta en recorrer su órbita].
f.               Ahora, la teoría dinámica de Kepler del movimiento planetario intentaba explicar la causa del movimiento a partir de la fuerza magnética del sol. Esta teoría no prosperó.

Los planetas relacionados con los poliedros regulares, según Johannes Kepler

3.3.         Galileo Galilei (1564 –1642): astrónomo observador, físico teórico y polemista.
a.              Galileo fue un convencido realista copernicano que asumió como misión refutar al aristotelismo y al sistema ptolemaico. Para esto, además de reiterar en sus escritos la importancia de la supernova y del cometa de Tycho, reunió nuevas observaciones, mediante un instrumento nunca antes utilizado: el telescopio. La creación del telescopio, más que un golpe de suerte, es un ejemplo de un nuevo triunfo teórico: Galileo escuchó que en Holanda habían juntado las lentes de dos anteojos, de tal forma que permitían ver cosas en la lejanía como si estuvieran cerca. Con esa idea, estudio las propiedades ópticas de los lentes y desarrolló una teoría exacta, que llevaba a la construcción efectiva de un telescopio más potente que los conocidos en Holanda.
b.              La importancia epistemológica del telescopio es considerable: implicaba que para probar y refutar teorías, podíamos apelar a nuestros sentidos tecnológicamente potenciados. Además, nos pone a la visa una cuestión interesante: los datos observacionales también dependen de teorías[5] (y sobre ellas es posible discutir y progresar).
c.              Como copernicano convencido, asumió que los planetas debían moverse en círculos y no en elipses como señala Kepler, con quien mantuvo correspondencia.
d.              Por medio de estos instrumentos, compiló datos refutadores radicales tanto de la teoría ptolemaica como de la teoría aristotélica: las fases de venus al pasar delante del Sol, los astros medicios de Saturno y las imperfecciones de la luna. ¿Cómo podía existir un cielo inmaculado de eter si la luna era imperfecta? ¿Cómo podía ser que todo girara alrededor de la Tierra, si observábamos que también había cuerpos girando alrededor de Saturno? La teoría aristotélica del cosmos y ptolemaica para la astronomía, debían estar equivocadas, concluía Galileo.
e.              La principal área de teorización de Galileo fue la física, en donde presentó leyes del movimiento que eran aplicables a toda la realidad (pues ya no existían leyes diferentes para lo lunar y lo supra-lunar). Ejemplo de esto son sus leyes de movimiento uniformemente acelerado.
Al igual que con las de Kepler, estamos ante leyes del cambio regular de aspectos de la realidad. Por otra parte, realizó multitud de experimentos mentales y algunos reales -que presentó en sus libros- contra la física aristotélica. En efecto, en Galileo se encuentra un ejemplo muy temprano de la importancia de los experimentos mentales para la ciencia. Consisten en el uso de leyes lógicamente universales e inferir consecuencias lógicamente singulares, imaginadas en ciertas condiciones iniciales. Mediante esto, se podía analizar la plausibilidad o no de dichas consecuencias.
Con todo, no hay que perder de vista que Galileo presentó una visión cinemática del movimiento.
f.               En Galileo además se encuentra también la idea de que el universo no tiene límites, que existen átomos en la materia y algunas intuiciones sobre la existencia de vació y cómo probarlo (discípulos posteriores de Galileo lo demostrarían experimentalmente). 
Dibujo de la luna de Galileo Galilei
  
4.              La siguiente y última etapa -sobre la que sólo haré mención-de nuestra historia  es la de los dos grandes programas de investigación de filosofía natural y cosmología que asumieron estas teorizaciones astronómicas.
4.1.           La cuestión que nos interesa de esta etapa, es cómo se intentó brindar una teoría físico-dinámica (y ontológica) que unificara de forma consistente la nueva astronomía copernicana, con adición de las leyes keplerianas, de las leyes del movimiento galileanas, del infinitismo de Bruno y Galileo, del corpuscularismo Pierre Gassendi (1592-1655), de las leyes mecánicas específicas de Boyle (1627- 1691) y Hooke (1635-1703.), en conjunto con una multitud de observaciones que el telescopio había permitido.
4.2.         Dos programas compitieron por brindar esta teoría unificadora: el cartesianismo [6] y el newtonianismo [7]. Ambos estuvieron en competencia por un siglo, más o menos. Durante ese tiempo, se desarrollaron brindando explicaciones a fenómenos y presentando críticas teóricas y fácticas entre sí. Paulatinamente, las refutaciones irresolubles fueron acumulándose en contra del cartesianismo y este fue perdiendo poder explicativo. Para los años de Kant (1724-1804), se consideraba ya al newtonianismo como la visión triunfante y única de la realidad. Tal fue el convencimiento de Kant y otros ilustrados, que llegaron a creer que Newton era un ejemplo de conocimiento irrefutable. No obstante, estaban equivocados, pues el progreso mediante la crítica continuó en la filosofía natural, allende de lo que los epistemólogos creían. Pero esa es otra historia.
El universo lleno de torbellinos de materia, según René Descartes.

5.              Una conjetura histórica
Concluye así este recorrido histórico. La finalidad de su exposición fue más que todo divulgativa. Se mostró que las tesis y conjeturas astronómicas tienen variadas relaciones con tesis y problemas ontológicos, metodológicos, de filosofía natural y con las observaciones. Al tiempo, todas estas instancias son asumidas por los distintos pensadores de formas diversas y dándoles distinta importancia. Estas cuestiones tienen distintos sentidos y papeles en unas y otras teorías.
Simultáneamente a las teorías y problemas que presentamos, existieron en la modernidad otras hipótesis y concepciones en disputa: la iatroquímica, las distintas concepciones de corpuscularismo o de animismo del cosmos, la astrología, la alquimia y la zoología y botánica peripatéticas, entre otras muchas.
Por otro lado, hemos visto que se dio un cambio paulatino de hipótesis y teorías del mundo, de las teorías sobre lo que las teorías del mundo son (meta-teorías) y de los métodos de crítica y sustentación de hipótesis. Empero, no es viable ubicar un periodo histórico más o menos preciso en que se dé una transformación radical de todas estas ideas.
Por todo esto, mi conjetura es que o no existió propiamente una revolución científica (i.e. algo análogo a una revolución política, pero en la ciencia) ubicable en la temprana modernidad, o fue un proceso menos abrupto que el representado en la historia del pensamiento desarrollada en el siglo XX (y llevada a consecuencias extremas por T. Kuhn y sus seguidores). A esta idea histórica también contribuyeron los propios ideólogos de la ciencia de los siglos XVII y XVIII.
Ahora, no digo que no sucediera algo importante científicamente con Copérnico, Kepler y Galileo o que no conllevara un cambio epistemológico clave en lo que efectivamente eran las ideas científicas aceptables y en la lógica y metodología de la ciencia. En cambio, sostengo que tal proceso no fue una transformación epocal radical (“paradigmática”) o un rompimiento con el pasado (o con el futuro).
En contraste, lo que se puede localizar son periodos de mayor o menor cambio, impulsados progresivamente por la crítica y la conjetura. El decrecimiento del cambio en la ciencia se debe -en grandes términos- a la desaparición de cierto contexto teórico-problemático y pragmático que permite la crítica racional. Al tiempo, dicha desaparición se debe a multitud de variados factores (ideales o teóricos, económicos, geo-políticos, etc).

6.     Breve bibliografía primaria y secundaria, para continuar investigaando los temas presentados
 -       Aristotle (2006). Physics. Oxford: Clarendon Press.
-       Boyle, R. (1985). Física, Química y filosofía mecánica. Madrid: Alianza editorial.
-       Coronado, G. (1988). El atomismo de Leucipo y Demócrito como intento de solución de la crisis eleática. revista Comunicación, N. 1.
-       ­­­­­­­___________ (1998). Robert Boyle y el Químico escéptico, Una crítica a la teoría elementarista. Rev. De filosofía de la Universidad de Costa Rica, 88/89, 473-478.
-       ____________ (Setiembre-Diciembre 2009). El Sidereus nuncius: Galileo y el uso científico del telescopio. Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVII (122), 163-171.
-        Galilei, G. (2010). Siderius Nuncius. Madrid: MUNCYT.
-       ________, Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo ptolemaico y copernicano. Muchas ediciones.
-       Hempel, C. (1973). Filosofía de la ciencia natural. Madrid: Alianza.
-       Hemleben, J. (1985). Galileo. Barcelona: Salvat.
-       Lindberg, D. (2002). Los inicios de la ciencia occidental: La tradición científica europea en el contexto filosófico, religioso e institucional (t. A. Beltrán). Barcelo, Buenos Aires, México: Paidós.
-       Mondolfo, R. (1942). El pensamiento antiguo, Historia de la filosofía greco romana, Desde los Orígenes hasta Platón. Buenos Aires: Losada.
-       Newton, I. Principia mathematica philosophia naturalis. Muchas ediciones.
-       Navarro, O. Los modelos atómicos: de J.J. Thomsom a Niels Bohr. Texto facilitado por el autor.
-       Popper, K. R. (1985). Búsqueda sin término, una autobiografía intelectual (trad. Carmen García Trevijano). Madrid: Tecnos.
-       _______________ (1993). Conjeturas y Refutaciones, el desarrollo del conocimiento científico (traducción Néstor Míguez). Buenos Aires: Paidós.
-       Russell, B. (2004) Historia de la Filosofía Occidental (traducción Julio Gómez de la Serna y Antonio Dorta, 2 volúmenes). Madrid: Austral.
-       Ramírez, A. (Setiembre-Diciembre 2009 ). Adiós al sol inmaculado: sobre la astronomíatelescópico-teórica1 en las Cartas sobre las manchas solares2, obra de Galileo Galilei. Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVII (122), 189-194.
-    Ulloa, E. M. (Setiembre-Diciembre 2009). De prospectiva pingendi sive perspectiva artificialis. Las observaciones de Thomas Harriot y Galileo Galilei del relieve lunar. Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVII (122), 173-179.
-       Valverde Retana, D. (Setiembre-Diciembre 2009). Galileo y el replanteamiento de los sentidos como instrumentos de conocimiento. Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVII (122), 181-187.
-       Westfall, R. (1980). La construcción de la ciencia moderna. Barcelona: Labor.













[1] El siguiente material fue preparado para una ponencia realizada en el curso de Epistemología del Derecho de la Maestría de filosofía del Derecho de la Universidad de Buenos Aires, durante el 2016. Es, más que todo, un material cuya finalidad es divulgativa.
[2] Sobre la filosofía natural antigua, en este mismo blog: Estudios sobre racionalismo crítico: Conjeturas y refutaciones de la cosmología antigua: Platón, Aristóteles y los atomistas (http://criticayconjetura.blogspot.com.ar/2014/07/estudios-sobre-racionalismo-critico.html).
[3] Me salto varias cuestiones claves, por mor de la brevedad. Para una visión más profunda, ver la bibliografía citada al final.
[4] Puede verse una nota sobre la vida y obra de Tycho Brahe en este mismo blog: Tycho Brahe en el Castillo de los Cielos (http://criticayconjetura.blogspot.com.ar/2014/07/tycho-brahe-en-el-castillo-de-los-cielos.html).
[5] Conjeturo un contrafáctico: suponiendo que Aristóteles fuera consistente con su meta-teoría de la ciencia y hubiera conocido el telescopio, creo que no habría rechazado los datos que mediante él se conseguían. En cambio, los peripatéticos de los días de Galileo se negaron a ver por el telescopio. Por otra, en relación con la teoría sobre la ciencia de Galileo, recomiendo la consulta de Il Sagiatore.
[6] René Descartes fue su fundador: vivió (La Haye en Touraine, Turena, 31 de marzo de 1596-Estocolmo, Suecia, 11 de febrero de 1650).
[7] Isaac Newton: Woolsthorpe, Lincolnshire; 25 de diciembre de 1642/ 4 de enero de 1643-Kensington, Londres; 20 de marzo/ 31 de marzo de 1727)

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